Los elementos que forman parte del enigma de Sansón, los que
ocultan el secreto de su fuerza, representan con toda claridad una función
orgánica, la más humana de ellas, la más polémica en sentido religioso. La
ocultan en representaciones simbólicas y numéricas, en el lenguaje del nivel
inconsciente, en hechos que la mente
proyecta distorsionando el sentido de la realidad.
Esta función, el fundamento de la historia de Sansón, las mujeres
y la violencia con las que reacciona por
ellas, está integrada por las relaciones sexuales que sostuvo con ellas. El
león, matar a un león con solo la fuerza física representa el dominio total de
su esencia, de su fuerza, de su arrogancia, de su potencia sexual. El panal de
miel dentro del cuerpo del león representa a los órganos genitales masculinos,
a los testículos. El enjambre de abejas representa a los espermatozoides. Comer
la miel representa el estado de activación o fuerza producida por la energía
creada durante las relaciones sexuales. Los números 30, 300 y 3000 son el
número 30, la cantidad de vértebras que forman la columna vertebral (tomando a
las coxígeas como una sola) El matar a 30 hombres representa el estado
funcional óptimo de la columna vertebral, condición que es necesaria para que
sea posible circule con facilidad la energía entre el cerebro y los órganos
genitales. El unir las colas de las 300 zorras, poner teas entre ellas y
encenderlas para quemar cultivos, son una
representación del mecanismo funcional de la transmisión de la energía
que por reacción de choque se desarrolla en el cerebro durante las relaciones
sexuales, para luego transmitirse vía médula espinal a través de las raíces
nerviosas que emergen por entre los espacios intervertebrales ( las zorras los
cuerpos vertebrales, sus colas las raíces nerviosas, unas hacia la izquierda y
otras hacia la derecha) para de ahí expandirse y activar todo el organismo,
(quemar los cultivos). Al tener Sansón relaciones sexuales con una ramera, toma
las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, las sube a la cumbre
del monte. Representan el ascenso de la energía sexual de los órganos genitales
hacia el cerebro a través de los pilares o columna vertebral. Este significado
es el mismo del separar las columnas y derrumbar la casa llena de filisteos.
El significado del enigma de Sansón, el mecanismo funcional de la
energía sexual, es representado por un Sansón joven, elegido por Jehová para
ser educado desde la infancia en la disciplina religiosa. Lo representa un joven
religioso porque para que el choque de energías sexual y cerebral pueda
alcanzar su máxima potencia activadora es necesario tanto un físico como una
mente sana. El conocimiento tradicional de ser necesario únicamente un físico
sano, se debe a que se valora únicamente
el aspecto de la excitación o facilidad que tienen las energías para difundirse
con rapidez a través de los tejidos de todo el organismo. Es necesario además,
después de haberse perdido la pureza, que la mente esté lo más sana posible, porque
al circular la energía entre el cerebro y los órganos genitales de manera
continua y permanente, es el cerebro, la mente, quien determina la sexualidad,
quien determina el curso que se le dé a los impulsos sexuales. Es por medio de
este mecanismo de circulación de energías, el que originó la representación de
la serpiente, como la condición mental
personal o parte cerebral y la reacción sexual o parte genital, al manifestarse
unificadas, aunque la mente aporte la manera normal o deformada como se utilice
la sexualidad y la energía sexual aporte únicamente la fuerza del impulso
sexual, debido a la enorme influencia del sentido religioso tradicional, se ha
atribuido el origen de la sexualidad exclusivamente a la energía sexual. Esta
relación unificada de energías cerebral y genital no se reduce en sus efectos a
la conducta sexual, esta unificación es la causa de que además de transmitirse
por medio de la reproducción el parecido físico a nuestros descendientes,
también transmitamos parte de nuestra personalidad por medio de las células
germinales, las mismas que crean la energía sexual. Las células germinales, los
espermatozoides y los óvulos, por su capacidad para crear nuevas vidas,
identifican la naturaleza íntima de la energía sexual, su verdadera naturaleza.
Esta energía es en realidad una energía de creación, es por este motivo que en
la historia de Sansón se refieren a la energía que le da la fuerza como el
Espíritu de Jehová. El dar este valor a la energía sexual no es una deducción
basada en una relación casual, está fundamentada en otras interpretaciones del
Libro del Génesis, las que da manera velada nos enseña la verdadera naturaleza
con la que fue creado el ser humano. Esta energía, la más fuerte y más pura de
la creación, es la que sostiene el milagro de la vida, el que se desarrolla
en un útero gestante por la unión de dos
seres, atrayendo y concentrando las energías que dieron lugar a la creación,
para crear nuevos seres humanos con el máximo de pureza posible. Siendo esta la
oculta manera como obra Dios, por medio del mismo ser humano, para sostener la
perfección con la que fue creado originalmente. Es por este motivo que Dios,
para tratar de salvaguardar lo oculto y sagrado, como medida preventiva,
satanizó la sexualidad cuando ésta inició a utilizarse como un mecanismo para
inducir el desarrollo de la maldad, esto después de la pérdida de la pureza,
representada con la expulsión del ser humano del paraíso, no así la necesaria
sexualidad de pareja tendiente a la procreación.
Es así como una mente sana permite que el choque de energías de
las relaciones sexuales, el original kundalini, desarrolle su máximo potencial,
para activar al cerebro y al organismo, para participar activamente en el
sostén de la estabilidad de la función mental del cerebro. Permite además
trascender positivamente después de la vida al crear nuevas vidas igualmente
sanas.
El sentido numérico del enigma de Sansón se encuentra en:
lacabalayelgenesisbiblico.com
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